Tal y como existen tabloides, periódicos y
revistas amarillistas, que lo único que hacen es exagerar y jugar con la verdad
con el fin de crear miedo, pánico y desorientación en sus lectores, dentro de
la industria del reciclaje existen personas, grupos y organizaciones que
utilizan solo una parte de la verdad y la exageran para cumplir con sus propias
agendas.
Hoy en día existen grupos ambientalistas que están
incitando una guerra en contra de la reutilización y reparación de los electrónicos.
Por ejemplo, Greenpeace hizo este video de Ghana donde muestran Televisiones en
buen estado y bien empacadas siendo descargadas de un contenedor para después ser
vendidas en un mercado. Después el video cambia y ensena una cantidad pequeña
de Televisiones y monitores en un basurero. Alguien está quemando un monitor
viejo para obtener cobre y alguien más (de manera inexplicable) avienta una pequeña
tarjeta de circuitos al fuego. El narrador menciona que “muchos expertos dicen” que la mayoría de lo que se importa “son de hecho” residuos electrónicos
inservibles. Hay que recordar aquí las palabras del economista Roger Brinner
quien dijo “la suma de varias anécdotas no
son hechos”.
El hecho es que existen grupos ambientalistas
(tales como BAN) quienes a pesar de tener buenas intenciones, terminan haciendo
más daño que beneficiando a quienes “cuidan”. Ha habido varias instancias que
se pueden mencionar, como cuando hace unos años llevaron a las cámaras de 60
minutos a Asia a filmar monitores destinados para una fábrica donde serian
reparadas y renovadas para después ser vendidas y en lugar de mencionar ello,
declararon dentro de la entrevista que todos esos monitores irían directo a Guiyu, el cual al ser mostrado en el video,
no muestra un solo rastro de monitores. Son instancias como estas donde dañan
en lugar de beneficiar a las personas, residentes y trabajadores de las áreas
donde la reparación de electrónicos hecha de manera apropiada se lleva a cabo. Organizaciones
como esta continúan atacando a técnicos capaces de hacer las cosas
apropiadamente en países subdesarrollados con una campaña amarillista que está
siendo financiada por personas de mediana edad en países primermundistas que
piensan que hacen lo correcto.
Organizaciones como la antes mencionadas continúan declarando que 80% de lo que se exporta son (“de hecho”) residuos electrónicos inservibles… en otras palabras, basura. Esto no es cierto. Solamente alrededor del 30% son inservibles, lo cual no es mucho. Se necesita reformar el comercio de electrónicos usados tal como se necesita regular el alcohol y los cigarros. BAN por ejemplo promueve la prohibición de dichas exportaciones a menos que se unan a su programa de “E-stewards” donde, siendo miembro de su “club” pueden ya, bajo sus propios lineamientos (ellos son una organización no gubernamental y no una entidad federal ni internacional que tienen las facultades de crear leyes) y no de las reglas internacionales expresadas en el Convenio de Basilea, exportar a otros países. En un mundo donde la brecha digital esta cada vez más marcada, el prohibir completamente la exportación de electrónicos que pueden ser fácilmente reparados y después vendidos no es la solución.
<- Esta
fábrica en Indonesia es buena. Provee a las personas con computadoras a
precios accesibles que duran mucho tiempo, son fácilmente reparables y no
llaman la atención lo suficiente como para ser robadas. El mito es que empresas
de reciclaje en países desarrollados reparan monitores de tubos de rayos catódicos
(los monitores y televisiones de los 80s y 90s) domésticamente, también existe
el mito de que la mayoría de las personas en Indonesia pueden comprar monitores
de Plasma o LCD. Este tipo de mitos son la excusa “perfecta” para que los “ambientalistas”
intenten cerrar este tipo de fábricas y obliguen a empresas que reciclan la
basura domésticamente a destrozar electrónicos que personas en África podrían reparar
y revender y que realmente pudieran comprar, a diferencia de electrónicos nuevos
los cuales alrededor del 80% de los habitantes africanos no tienen dinero para
comprar.
Mientras más personas con buenas intenciones
existan en los Estados Unidos y en la unión europea que destrocen computadoras
que puedan ser reparadas, más personas buenas en países subdesarrollados tendrán
que esperar a poder comprar una televisión, un estéreo o una computadora. Esto
es un desperdicio de esfuerzo por parte de personas con buenas intenciones
alrededor del mundo que podrían trabajar juntos bajo un esquema de comercio
justo.
Aquí les dejo un
video para que vean la otra versión que los "ambientalistas" no
muestran.
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